jueves, 16 de septiembre de 2010

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Amigandome

Mi mamá se fue por más de una semana al sur, lo que está significando hacer una vida de pareja las 24 horas.
No quiero decir que no lo sea los otros días, sólo quiero decir que en estos momentos nos hemos afiatado más, yo con mis crisis existenciales y él con su trabajo que lo tiene ocupado casi tiempo completo.
Me animé a escribir porque vi "Julie and Julia", lo que no significa que me dedicaré a cocinar las recetas de la sra Tina por estos días dieciocheros, sino que quiero dejar de alguna manera plasmado mi sentir respecto a ciertas cosas.
En estos días previos a las fiestas hay menos gente en Santiago, lo percibí en el metro ayer. Fue extraño. Porque me encuentro como de vuelta al mundo, después de estar más de una semana en reposo por estar contagiada con Influenza, sumado a esto mi terror a realizar mi trabajo. Si, eso es lo que acabo de escribir...y pensar.
Estoy aterrada con la meta que me propusieron en mi trabajo, y me siento absolutamente irresponsable (yo y mis culpas, ya me conocerán) porque actualmente debo reclutar a mucha gente para que trabaje en la empresa en donde estoy. El "pero" es que debo reclutar gente desde su misma fuente de trabajo. O sea "ofrecerle algo mejor". Hablé con mi jefa y me dice que debo sacar más personalidad y utilizar técnicas que realmente es hacerse la loca todo el rato, y hacer como si nada en cada empresa que debo "atacar" para poder lograr mi objetivo: acercarme a una ejecutiva y darle a conocer una mejor propuesta de trabajo.
Me aterra.  Mi novio me dice que si fuera vendedora me moriría de hambre, porque al fin y al cabo estoy ofreciendo trabajo.
Y me he quedado en un silencioso suicidio en mi casa, esperando (otras alternativas para generar dinero, como babysitter...etc) y pensando realmente qué hacer, este mes es corto, son cinco días feriados, y cuando vuelva el mes cierra.
Intentando ser positiva, me eligieron como psicóloga para Acción Emprendedora para realizar un Taller de Emprendimiento para microempresarios, lo encuentro genial. Me encanta hacer clases, disfruto cuando expongo.
¿Qué hago? leer un libro?, estudiar para la prueba de Ingeniería para el 28?, continuar con mis ilustraciones?, ....la verdad es que como psicóloga, creo que comenzaré por amigarme con mi autoestima y la confianza en mi.

sábado, 6 de marzo de 2010

27 de Febrero 2010

Mi cumpleaños. Esa noche con Gino nos quedamos viendo el concierto de Arjona, y a las 00.01 recibo la llamada de mi mamá que llamaba para decirme feliz cumpleaños.
Mi vida siempre ha estado relacionada con los temblores. Durante estos dias se ha armado un poco más el rompecabezas respecto a mi persistente temor a los movimientos telúricos.
En 1985 acababa de cumplir 1 año, cuando el 3 de Marzo con mi familia llegamos a Papudo. La hermana menor de mi mamá, mi tía, tenía 14 años cuando me llevó a dar un paseo mientras los más grandes se instalaban en el hotel. El evento ocurrió cuando yo me encontraba sola con ella en un parque.
Luego, todos emprendieron el viaje a Stgo de inmediato, con réplicas y llanto.
La noche del 27 de Febrero nos quedamos abrazados en la cama, esperando que terminara todo.
Pensabamos que sólo había ocurrido en el sur, donde nos encontrabamos , y que quizás en Stgo había sido sólo un temblor de mediana intensidad.
Nos enteramos de todo, cuando mi mamá logró comunicarse con nosotros a las 8 de la mañana, y nos dimos cuenta de la dimensión de todo lo ocurrido.
Todos los síntomas que he tenido durante esta semana han sido similares a los que vivencié cuando tenía aprox. entre 10 a 14 años.
La presencia del temor invadió mi paso a la adolescencia de manera incomprensible. Visitas al neurólogo, psicólogo, psiquiatra, y conversaciones sobre la posibilidad de vivir en Argentina, era una constante.
Las noches se volvían una pesadilla, cambios de pijama, corridas a la puerta, etc, denotaban la compleja tormenta en mi interior que nadie comprendía.
Mi diagnóstico, una pseudofobia.
Con el tiempo y más adulta, he comprendido que mi organismo absorvió de manera fatal todo el pánico del momento cuando tenía un año.
Mi familia de paso, se caracteriza por el pánico ante las tragedias, los gritos, y la falta de control por parte de los adultos.
Para mi ha sido todo un descubrimiento la familia de mi pareja, donde todos se alegran y festejan los movimientos de la madre tierra. Para ellos tiene un significado y un sentido, forma parte de la vida real y no de un caso excepcional.
Lo que no significa que no tengan miedo, sino que por generaciones se ha transmitido la normalidad de estos eventos, ante la realidad de un país sísmico.
Sé que lo que ocurrió hace una semana atrás inundó nuestras casas de sensaciones de vulnerabilidad y dolor, pero me ha hecho sentido ver una posibilidad de cambio y reencuentro en mi país.
Del mismo modo que logré comprender, que mis pesadillas hace diez años formaban parte de un grito silenciado.